Intradermoterapia presurizada
La INTRADERMOTERAPIA PRESURIZADA es un dispositivo de inyección de activos a nivel subcutáneo, pero funcional sin agujas. Una técnica que ha ido ganando cada vez más adeptos, un procedimiento mínimamente invasivo, basado en la aplicación de enzimas directamente en el lugar a tratar. Está indicado para el tratamiento de la celulitis, grasa localizada, estrías, flacidez y desvitalización de la piel del rostro, tanto en hombres como en mujeres. La gran diferencia está en las distintas composiciones de los activos, que deben ser prescritos por el profesional, según el biotipo y las necesidades de cada paciente.
Después de la aplicación, puede producirse dolor local, edema, hematomas o equimosis (hematomas). La intradermoterapia está contraindicada en pacientes cardíacos no controlados, con problemas hepáticos, renales, disfunción tiroidea y alérgicos a las sustancias utilizadas. Después de la aplicación, el paciente sigue su rutina normal. Resultados:
En el organismo, favorece la eliminación de la grasa localizada, con medidas reducidas. Aún así, recupera el tono de la piel y los músculos, favoreciendo su remodelación. Por último, la reducción de la celulitis y las estrías favorece una piel más tersa y homogénea.
En el rostro, promueve una reducción de la papada, piel hidratada y suave, con un aspecto más juvenil.
Los resultados se pueden ver inmediatamente después de la primera sesión, pero son progresivos a medida que se realizan las sesiones. El número de sesiones varía según cada persona y queja estética.
La intensidad de los resultados dependerá de los casos específicos. Siendo que la Intradermoterapia Presurizada es un tratamiento que presenta resultados progresivos, en cada sesión